Marta Romero Salgado
"Dicen que los momentos inolvidables son algo inesperadamente perfectos. Inimaginables. Pero, ¿Qué me decís de las personas increíblemente perfectas que se conocen por casualidad? Además, estas casualidades no son nada fáciles de que sucedan. Y, si por algún casual intentas repetirlo, te será matemáticamente imposible. Porque, realmente, en un primer momento también lo fue. No había nada planeado y “el plan” resultó. Sin embargo, ahora no podrías repetirlo ni planteándolo, ni acordándolo.
Si ocurrió, fue porque el autor de nuestras vidas quiso que se unieran y no encontró otro modo y, ahora, después de darnos a conocer, nos deja enganchados a una realidad sobre las nubes pudiendo parecer por momentos, que alguno de nosotros se hubiese tragado un kilo de azúcar.
Afortunadamente, hemos sabido volver a unir nuestros caminos y hemos vuelto a intentar conocernos viendo la inmensidad a través de nuestros ojos de una forma diferente, pero debo admitir que nunca podré hacerlo tal y como lo hago con los demás, porque tú has hecho de mí una persona, no sé si mejor, pero sí diferente y has dejado huella en mí al igual que lo hace una mano bañada de pintura sobre un papel." 
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