jueves, 7 de mayo de 2015

Aquellas tardes en Tuenti

Marta Romero Salgado


Hoy me he despertado y he comenzado a pensar en años atrás, en mi vida. Y me he acordado de algo que hoy en día suena a prehistórico pero que, en su momento, nos hizo pasar buenos ratos. Os estoy hablando del Tuenti sí, sí. 

Tuenti, para los que no lo sepan, era y es, aunque ya esté completamente en desuso, una red social que durante muchos años funcionó muy bien. Yo, personalmente, recuerdo cómo era el abrir aquella página y recibir aquellas notificaciones en verde. Te entraba un no se qué, una intriga sobre qué podría ser... Y es que, a veces, una no solo leía comentarios en fotos o era etiquetada en fotos nuevas. A veces, pocas, una se encontraba con tablones dedicados hacia su persona. Los tablones eran un espacio personal donde el usuario podía colgar públicamente una carta, subir vídeos, escribir todo lo que le viniera a la mente... Yo aún guardo algunos. 

Y hoy, como decía, he amanecido así recordando aquellos nervios al abrir Tuenti. Así que he encendido el ordenador y he entrado para rememorar viejos momentos del pasado. Pero, nada más cargarse la página, he recordado por qué murió Tuenti: por cambiar. Realizó cambios en varias ocasiones. A cada cual peor. La página dejó de ser intuitiva y fácil de utilizar, y pasó de ser práctica a engorrosa. Todavía no entiendo qué necesidad vieron en cambiar por completo el diseño de una página que funcionaba a la perfección. Desde luego, el diseño no lo es todo. A veces, lo sencillo es más duradero.


Para los que no tuvisteis la ocasión de conocer en vuestra adolescencia Tuenti comparto con vosotros dos tablones. Como veréis, están relacionados.


Una gelatina dirigiéndose a él23 de diciembre, 2010, a las 11:43

Un escenario. Y, nerviosa, una gelatina dirigiéndose a él. Razones por las que temblar varias: un escenario, multitud de gente... pero, si aparecen dos tipos al otro lado... La gelatina ya es un flan que, de un momento a otro, teme hacer ¡chafffff!






Una gelatina dirigiéndose a ella15 de enero, 2011, a las 17:40

Es extraño, porque las mismas historias se repiten una y otra vez a lo largo del tiempo, bueno, a veces se invierten los personajes o cambia un poco el guión, pero el argumento es el mismo. Como si completaran un ciclo.

A veces cuando oímos una frase nos parece que nos suena, que ya la habíamos escuchado antes. ¿Casualidad? No. Las casualidades no existen solo son una mera excusa para negar lo evidente.
Dejó sus miedos a un lado, se decidió a ir, pero justo en ese momento, empezaron a temblarle las piernas. Era como "una gelatina dirigiéndose a ella"; ostias¡¡¡¡ esa frase me suena, pero no se de que...(ironía)

Es que a veces el mundo nos devuelve lo que damos, aunque a veces no sea lo esperado.

1 comentario:

  1. Sí, la verdad que las modas cambian. Pero, aquel cambio aceleró un poco las cosas jaja. Gracias por comentar, Alber.

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