La crisis del gratis total

Marta Romero Salgado

Los medios de comunicación están sobrepasando no una, sino varias crisis al mismo tiempo. Por un lado, se están viendo afectados por la terrible situación económica que sufre la sociedad. Los lectores han visto reducida su capacidad económica y, por tanto, en los últimos años han comenzado a hacer sus propios recortes. Una de las cosas de las que la mayoría ha prescindido es de la compra de periódicos porque se han dado cuenta de que pueden acceder a la información gratuitamente.

Este aspecto, la gratuidad de la información es otra de las razones por las que el periodismo se encuentra en crisis. Los usuarios o lectores de los medios online se han acostumbrado al gratis total, a entrar en Internet o encender la televisión y ver gratis todo por lo que antes pagaban.

Esta crisis periodística está acabando con miles de puestos de trabajo. Muchas de las personas despedidas, son personas mayores. Personas con experiencia. Por tanto, la calidad del periodismo está mermando porque los medios han optado por llenar las redacciones de periodistas jóvenes, sin experiencia y donde no les es fácil encontrar un modelo al que seguir. ¿La razón? Los jóvenes estudiantes recién salidos de la universidad están desesperados por encontrar un empleo por precario que sea. Aunque en nuestra profesión lo que más se lleva es tener becarios. Personas a sueldo 0€.

No hay una o dos empresas de comunicación dispuestas a recibir con las manos abiertas a becarios. Es más, en el mundo de los medios online hay páginas que mueven gran cantidad de tráfico, venden publicidad y seleccionan a sus redactores minuciosamente. Eso sí, todas ellas salen adelante con un ejército de inocentes periodistas frustrados que viven a sueldo 0€.

Con esto quiero decir que la tercera crisis que está viviendo el periodismo es la falta de valor que da uno mismo a su trabajo. Escribir un texto es muy laborioso a pesar de que un lector lo devore en cinco minutos. Una película es muy fácil de ver y no por eso el cineasta tiene menos mérito, al contrario. Cuando los periodistas nos lanzamos a ofrecer gratis la información estamos olvidando algo: el periodismo solo es periodismo si hay personas preparadas detrás. Para escribir textos sirve cualquier persona, pero para escribir una información de calidad se necesita a personas preparadas. Debemos hacernos valer.

Mientras los cineastas luchan contra las páginas que ofrecen gratis sus películas, los periodistas regalamos por adelantado la información incluso antes de que sea publicada. Algo no cuadra. Tal vez la solución estaría en publicar la información gratuitamente al día después de su publicación, no lo se. Pero seguir así está claro que no es el camino.